Las grandes ideas surgen de mentes innovadoras. Sin embargo, no todo es perfecto. Todos tienen altibajos en su vida, incluso aquellos que tienen ideas innovadoras y mucho talento. La grandeza de los seres humanos está, justamente, en la capacidad que tiene el individuo de reinventarse a pesar de los altibajos.
Y eso es lo que caracteriza a Daniel Ek, el flamante CEO de Spotify, una empresa surgida de la pasión de un joven con necesidad de reinvención por la música y la tecnología después de haber atravesado una severa depresión.
La manera en que la gente escucha música en gran parte del mundo ha cambiado y se debe a las ideas de este emprendedor. Tal ha sido el impacto, que inició una revolución en la música y hoy este joven es considerado por Billboard la persona más influyente de la industria musical.
A continuación, la historia de Daniel Ek, fundador de Spotify.
Biografía
Daniel Ek nació en Estocolmo, Suecia, el 21 de febrero de 1983. Criado en el seno de una familia con inclinaciones musicales (sus abuelos maternos eran una cantante de ópera y un pianista de Jazz con notorio reconocimiento) se apasionó desde muy joven por este arte.
De hecho, su madre le compró una guitarra cuando era muy pequeño y el joven, influenciado por sus parientes aprendió a tocar la guitarra, el piano, la armónica y el bajo. Su gusto por las artes sería fundamental para lograr el éxito años más tarde.
Ek se crió en el distrito Rågsved de su ciudad natal y tomó gusto por la tecnología desde muy pequeño debido a que su padrastro trabajaba en Tecnologías de Información. De hecho, tal era su talento y gusto por la tecnología, que siendo apenas un niño ya programaba códigos básicos.
Esta afición por la tecnología le llevó al camino del emprendimiento en tecnología desde muy joven. Con catorce años ya se dedicaba a la creación de páginas web mientras estudiaba en la escuela secundaria IT-Gymnasiet en Sundyberg. Ek aprovechaba los ratos libres entre clases para diseñar las páginas en la sala de ordenadores de la escuela.
Vendiendolas a bajo costo, el joven generaba aproximadamente 15000 $ al mes que solía invertir principalmente en videojuegos. Posteriormente comenzó a invertir sus ganancias en servidores en los cuales alojaba las páginas web, de manera que sus ganancias crecieron vertiginosamente en poco tiempo.
A los 16 años intentó ingresar en Google, pero fue rechazado ya que no tenía un título académico. Su obsesión por trabajar en la poderosa multinacional de la tecnología se debía a la velocidad de esta plataforma. Así, intentó hacer su propio buscador, pero fracasó en el intento. Esto, sin embargo, no fue motivo suficiente para hacer que desistiera en sus proyectos tecnológicos.
Tras graduarse estudió ingeniería en el KTH Royal Institute of Technology pero no culminó los estudios, pues tras un año la abandonó y se centró en su carrera como tecnólogo.
Ya con 23 años, Daniel Ek tenía una posición acomodada. Tenía un Ferrari, vivía en un apartamento lujoso en Estocolmo y le recibían bien en todos los lugares VIP de Suecia. Sin embargo, el propio emprendedor relata que no era feliz, se sentía solo y rodeado de gente interesada. El dinero no le había traído la felicidad.
En esta época se dedicó a otra de sus pasiones: La música. Así se deshizo de su antigua vida y de todo aquello que le deprimía: Vendió su deportivo, su apartamento y se fue a vivir en una cabaña en las afueras de la ciudad.
Durante esta etapa de su vida, Ek estableció mayor contacto con Martin Lorentzon, el director de una empresa en la que Ek había trabajado anteriormente. Lorentzon también atravesaba una época de depresión.
Y aquella situación ocasionó que ambos emprendedores se hicieran aún más cercanos y fortalecieran sus lazos de amistad. Ambos buscaban reinventarse a sí mismos y no precisamente tenían interés en el dinero, por lo que ambos invirtieron todo lo que les quedaba: Lorentzon puso el financiamiento y Ek su pasión por la música y la tecnología.
De esta manera, nacía Spotify.
La idea consistía en una aplicación que ofreciera millones de canciones gratuitas con precios muy atractivos para un plan premium, la posibilidad de compartir listas de reproducción entre tus amigos, acceso 24 horas, entre muchas otras. En fin, Spotify era una idea sumamente innovadora y una locura para la época.
Los dos emprendedores, sin nada que perder y con la necesidad imperiosa de encontrar satisfacciones distintas a lo material, se arriesgaron con la idea.
Para el año 2002, época en la que Ek había concebido la idea de Spotify, Napster (un servicio de música) había cerrado y Kazaa tendría un destino similar. Estos tenían un problema: la piratería. Así, Daniel comprendió que Spotify debía crearse bajo un servicio que pudiese compensar a la industria de la música.
La idea, sin embargo, no maduró hasta el 2006, cuando fue lanzada al público en Suecia.
Spotify
La idea fue recibida inicialmente con rechazo. La gente afirmaba que era descabellado entregar gratuitamente la música a los usuarios. De hecho, el propio Ek afirma que durante los primeros años de su proyecto, la industria musical estaba en el suelo. “Literalmente dormí fuera de sus oficinas, regresando semana tras semana” reseñó en algún momento.
Sin embargo esto no detuvo al emprendedor, que tuvo la paciencia y entereza necesarias para integrar a empresas discográficas como Universal, Sony, EMI, Interscope Records, Warner y Hollywood Records al proyecto. Así comenzó a captar importantes inversores que permitieron el crecimiento de la plataforma.
Spotify tuvo buena recepción y dos años más tarde, fue lanzada en Europa. El servicio comenzó a expandirse a todo el mundo gracias al aporte de importantes inversionistas como Sean Parker, Ludvig Strigeus y otros más, lo cual permitió que la aplicación llegase a los Estados Unidos.
Diez años más tarde, Spotify ya opera en 61 países y tiene 217 millones de usuarios activos, de los cuales unos 100 millones pagan por su suscripción mensual con la cual evitan escuchar música sin avisos comerciales. Spotify es considerada el mayor servicio de Streaming del planeta en la actualidad.
Su servicio premium, además de eliminar la publicidad, ofrece una mejor calidad de audio a los usuarios. Otras funcionalidades de Spotify son la creación de listas de reproducción, el modo radio y la disponibilidad de ver toda la discografía de los artistas que en ella se encuentran.
Sus ingresos, curiosamente, provienen de la publicidad y la suscripción y no de utilidades, ya que quienes disfrutan de la música que se aloja en la página lo hacen gratuitamente. Adicionalmente, Spotify debe pagar licencias musicales, comisiones a las disqueras y derechos de autor.
Sin embargo, los expertos en el sector afirman que la salida en bolsa y su capitalización multimillonaria puede que esto cambie con el tiempo. De hecho, la empresa logró con la salida en bolsa unos 26.600 millones de dólares y la riqueza de Ek acumula aproximadamente unos 2.450 millones.
Spotify anunció en 2019 su primera ceremonia de premios llamada Spotify Awars mediante la red social Twitter.
Controversias
La empresa, ha sido objeto de controversias debido a las múltiples demandas hechas por algunas disqueras como Wixen Music y algunos artistas, debido a los derechos de autor. Algunos afirman que la empresa es un “enemigo que quiere perjudicarlos”. Las denuncias han sido por unos 1600 millones de dólares.
Otros artistas como Bruno Mars o Ed Sheeran, sin embargo, consideran a Daniel Ek como un pionero tecnológico gracias al impacto que ha tenido Spotify en sus carreras.
Conclusiones
De Daniel Ek se pueden aprender muchas cosas si se le toma como ejemplo: Su humildad, pues es un hombre que suele reconocer sus fortalezas y debilidades. Su liderazgo, su capacidad de planificar, el reconocimiento de la importancia de trabajar en equipo, su perspicacia, su capacidad para saber delegar responsabilidades y más importante aún, reconocer las ideas de su equipo de trabajo.
Todas estas virtudes le han granjeado el éxito a su compañía.
Actualmente Spotify sigue en constante expansión, lo cual se debe a la insistente apuesta que tiene su CEO por la proactividad y la innovación. De hecho, tal es el éxito e impacto de la empresa que es motivo de estudio en las escuelas de negocios de todo el mundo.
Por ello es importante para un emprendedor reflexionar constantemente sobre si la dirección que está tomando su proyecto o su vida misma es la correcta: Por tanto, hay que hacer como Daniel Ek y reinventarse constantemente para alcanzar así el éxito deseado.